Más mala que la quina

Por mucho que me resista a admitirlo, por mucho que luche por cambiarlo y por mucho que me avergüence, no puedo evitar tener un grado de neuroticismo por encima de la media de la población normal. Ésto es un verdadero problema para quien lo padece, no por la gravedad de la entidad, sino por la gran cantidad de sufrimiento, potencialmente ahorrable, que te fumas.

Todo esto viene a que anoche tuve un pequeño incidente con un conocido (en realidad tuve dos, pero el otro lo dejaré para otro post porque las consecuencias no fueron las mismas) que me ha hecho tener una mala sensación por toda la zona de la conciencia y el pecho durante el día de hoy. Me sitúo. Es un compañero de hace muchos años que a mi nunca me ha caído especialmente bien. La verdad, para ser sincera, ya que esto no lo va a leer nunca ni él ni nadie que le conozca (bueno, ni nadie que me conozca a mi tampoco lo cual es una ventaja cuando no quieres dejar pistas) es que me resulta un coñazo insoportable de tío. El pobre ser no me ha hecho nunca ningún mal, pero es que no lo puedo aguantar ni 5 minutos seguidos. Es superior a mi. Es tonto del culo, inoportuno, habla muy alto, es muy sobón y... no sé! Es básicamente un quiero y no puedo de todas las cualidades humanas. En su favor he de decir que no ha matado a nadie, que no es mal chaval en el fondo y que hay gente que le tiene cariño aunque yo no lo entienda mucho. En resumen, LE TENGO MANÍA y yo soy muy de eso... No puedo hacer nada para arreglarlo, pero de vez en cuando me pasa hasta con la gente que más quiero. No entiendo el proceso mental que me lleva a tener este desagradable sentimiento por cualquier persona en un momento determinado, lo que sí sé es que el origen está en mis malas pulgas internas a las que hago grandes esfuerzos por domesticar aunque a cambio me hormiguee la cara un rato hasta que se me pasa el cabreo. Lo otro que sé es la duración, que está condicionada por mi amor previo a ese pobre diablillo, es decir, hay personas para las que es transitorio y otras que por mucho que hagan no terminan de tener una relación conmigo libre de ese resquemor.

De ahí mi lucha interna de hoy. A veces dejo escapar mis malas pulgas y luego me arrepiento. Este pobre hombre ayer intentó hacer una gracia y acabó con cara de cachorrito maltratado. Y yo con sentimiento de culpa todo el día. Secuencia de los hechos:

Salimos mi amiga Monadelamuerte y yo del bareto de Mordor (donde, todo hay que decirlo, no ligamos ni hablando con los orcos, a los que hemos decidido darles una oportunidad, pero ni así) a altas horas de la madrugada destino a casa, taxi mediante.

Decide venirse con nosotras un amigo mio que comparto, inexplicablemente, con Tiocoñazo. Lo que llevó a que el propio Tiocoñazo se apuntara a la ronda de taxis ya que mi amigo se quedaba en su casa a dormir sin mariconeo, creo.

Mi amigo, que es muy tímido, como muchos otros amigos míos de los que hablaré en algún momento, empezó a tontear con Monadelamuerte. Ella no tenía ningún interés, pero como él tiene mucha gracia le dejé intentarlo para irme a dormir con una sonrisa en los labios.

Tiocoñazo es ignorado durante la conversación que manteníamos los tres de forma descarada y manifiesta, lo cual se ve que le sentó mal al hombre y, con un puntito de mala leche que caracteriza a muchas personas con estos sentimientos de inferioridad y supongo que para hacer una gracia que le alabáramos, nos volviéramos locas de la liberación masiva de endorfinas y así automáticamente las dos decidiéramos hacerle el amor de forma salvaje en la parada de taxis, despertó a las malas pulgas que viven dentro de mi y que son muy cabronas porque saben donde dar para que duela:

Tíocoñazo : "AmigocomúnconCanixa, pasa de estas dos que no tienen ni dos neuronas"

Monadelamuerte: "Peeeeerdoooooonaaaa?" (con los ojos fuera de las órbitas de la indignación y la sorpresa, porque realmente no veía a cuento para nada y porque a ella tampoco le mola nada que la tomen por tonta)

Yo: "No le hagas caso Monadelamuerte, este tío es así de imbécil" (he de matizar que fue un imbécil de los que te llena la boca acompañado de mi mejor cara de asco)

Me salió del alma, ni siquiera lo pensé y aquí leído tampoco me parece para tanto, pero el chaval se puso con la cara desencajada a preguntarle a mi amigo si había oído bien, que si yo había podido decir eso de verdad, que poqueeeeeeeé! En fin, un desastre, creía que iba a llorar. Y la otra en vez de aliarse conmigo empezó a decirme que me había pasado, que había traumatizado al chaval... Tú te crees que esto es justo??

Total, que me he levantado hoy con ganas de entregarme a la policía por mi maldad. Es que cuando lo he pensado en frío me he dado cuenta que siempre había intuido lo acomplejado e inseguro que era Tíocoñazo y un comentario así de despectivo viniendo de alguien habitualmente una hijaputa súper simpático como yo, estaba claro que no le iba a dejar dormir unos días. Y mis consecuencias son peores, tengo cargo de conciencia y un compañero que me va a putear seguro si volvemos a trabajar juntos.

Y ahí lanzo mis reflexiones: ¿merece la pena tragar a gente que no aguantas (y no depende tu sueldo, tu matrimonio o tu vida de ello) por cortesía? ¿Para quedar bien? ¿Para no hacerles daño? ¿Es tan difícil tener un comportamiento social ajustado? ¿Tengo que joderme yo siempre para que no se jodan otros porque se supone que tengo que tener una personalidad lo suficientemente formada como para estar por encima de gilipolleces? ¿Es normal no soportar al menos a tres personas al día? ¿Podré controlar algún día el calor que me sube por el pecho hasta la cara y que hace que me tiemble el labio inferior cuando me tocan los cojones?

No tengo respuestas, solo sé que no quiero estar cabreada tantas horas de mi vida. Tampoco es tan frecuente que me toquen los cojones como para actuar, se queda más bien en una sensación incómoda que se me pasa pronto (aunque ayer actué dos veces y con la otra me podía haber llevado una hostia fácilmente, pero ya he dicho que no la iba a contar).

Necesitaba una canción que me ayudara a expiar mis culpas y como no quería poner la típica, pongo ésta que no habla exactamente de eso pero siempre me ha parecido una buena canción redentora y que quizás sea más consecuentes con mis pensamientos. If Icould, I would let it go...

La peluqueta de Bono y sus aires de Elegido por el Señor en este vídeo son dignos de verse.